Los surcoreanos se metieron en las semifinales tras derrotar a una ordenada Irán, que tal y como hizo en la primera fase, mostró un juego más bien rácano y especulativo en muchos momentos del partido, que les permitió llegar ala prórroga y poner en serios apuros a uno de los grandes favoritos del torneo.

La defensa, su otro punto débil, como mínimo se mostró más sólida que en citas anteriores. Aunque la mejor noticia para los coreanos fue la recuperación del rendimiento de Lee Chung-Yong, que será importante para los partidos decisivos de la competición. Irán mordió poco y Karim Ansarifard estuvo más bien apagado. Solo el jugador del Osasuna, Masoud, dio un toque diferente a los persas, muy lejos del nivel de antaño. Nekounam no ha estado tampoco a la altura en la selección iraní y se le ha visto muy poco en un torneo en el que llegaba como el líder de su selección. Irán se va del torneo dejando sensaciones muy opuestas: unos buenos resultados -hasta hoy- mezclados con un juego que no gustó a casi nadie.
El mejor del partido: Park Ji-Sung (Corea del Sur)
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