Los socceroos vencieron a Iraq en otro partido de infarto y con un gol en la prórroga de Harry Kewell, que les vale para meterse por primera vez en las seminales de esta competición y dejar a los iraquíes sin posibilidad de revalidar su título logrado hace cuatro años. Siempre he considerado a los australianos como unos de los grandes favoritos para hacerse con la victoria final y pese a la dificultad con la que han solventado la mayoría de sus partidos, diría a su favor, que al final, todos los han sacado adelante.

Iraq cometió su error más grave al no poder controlar el balón en el medio campo, su gran virtud hasta el día de hoy. No hicieron combinaciones rápidas y dañinas y el juego en el medio campo iraquí fue un constante de imprecisiones. Los australianos por su parte utilizaron sus armas. Solidez atrás y juego directo. No estuvieron nada acertados de cara a portería, pero esas serán sus armas nuevamente en la semifinal. Individualmente lo más destacable es la aportación de Harry Kewell, que se echó el equipo a las espaldas y no solo fue el autor del gol decisivo en los últimos instantes de la prórroga, sino que fue el mejor de su equipo durante los 120 minutos. Australia jugará en el penúltimo partido frente a Uzbekistán, un choque histórico para ambos, que disputan sus primeras semis y que dará a uno de ellos el billete para su primera final continental.
El mejor del partido: Harry Kewell (Australia)
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