martes, 20 de agosto de 2013

Mohamed Salah, el egipcio eléctrico



Pocos pensaban hace poco más de un año que iban a olvidar a Shaqiri con tanta facilidad, cuando éste anunció que se marchaba al Bayern Munich. Entonces se anunció la llegada de un egipcio de a penas 20 años, de nombre Mohamed Salah y que la mayoría conocíamos por haberlo visto jugar a buen nivel en el Mundial Sub20 del verano de 2011. Él sería el encargado de ocupar la banda derecha que hasta aquel momento era propiedad de aquel bajito de origen kosovar que fascinaba a todo el mundo.  Él era el encargado de hacer olvidar a uno de los jugadores que más impacto creó en los últimos tiempos en Basilea.

Y entonces llegó Salah  y con solo unos minutos sobre el césped de St. Jakob Park llenó de ilusión a los aficionados rotblau, que vieron a un egipcio eléctrico conducir el balón a velocidad de vértigo mientras esquivaba rivales en el costado derecho. Qué maravilla, ese flacucho era el sustituto de Shaqiri.

Resulta que la llegada de Mohamed está ligada a la tragedia del fútbol egipcio de Port Said. Tras anunciar el parón del torneo local, el Basilea decidió invitar al combinado sub23 de los faraones a jugar un partidillo en Basilea. El objetivo principal era ver como se desenvolvía el extremo egipcio, que pese a tener ganados ya a los (excelentes) ojeadores del equipo, pasó el examen definitivo con nota, anotando dos goles en tan solo cuarenta y cinco minutos y propiciando la reacción instantánea del club, que lo invitó a pasar unos días en el equipo a modo de prueba. Tan solo unas semanas después y con todas las partes encantadas, el Basilea anunció su fichaje de manera oficial.

Un año después, en Basilea recuerdan a Shaqiri con más cariño que añoranza y están encantados con Salah, ese zurdo que juega en banda derecha y que conduce con maestría, precisión y velocidad, descarado ante su marcador y punzante en sus diagonales. Sin miedo a nada y al que le gusta aparecer en las grandes citas -como la eliminatoria de Europa League frente al Tottenham-, con carácter ganador y hasta un poco chulesco. Hasta ahora sus cifras no asustan (10 goles y 11 asistencia en todas las competiciones la pasada temporada), pero el impacto ha sido monumental.

La banda derecha de St. Jakob Park ha cambiado de propietario, ahora es de Mohamed Salah.