jueves, 5 de abril de 2012

Carta de un aficionado indignado

Como si de una escena repetitiva o de un bucle se tratase, el Sr. José Mourinho sigue tomando como base de todas sus declaraciones al eterno rival. Declaraciones que ya cansan, y que incluso deberían tener quemados a sus propios fieles.

Esta vez, al final de su partido de vuelta de los cuartos de final de la Champions League frente al APOEL Nicosia, una eliminatoria plácida para los blancos, tan plácida que parece no haberla ni tan siquiera visto. Y es que las palabras de Mourinho tras el choque contra los chipriotas se dirigieron de nuevo y por enésima vez, a su eterno rival, dando por hecho e insinuando que el Barça estará en la final pase lo que pase, mientras que ellos tendrán que luchar por ello con un gran equipo. Innecesario e inoportuno, como casi siempre el portugués, al que le deseo que no tenga ningún tipo de ayuda arbitral en esa eliminatoria para que sepa como deben sentirse equipos de clase media-baja, que habitualmente y por suerte para todos los que nos gusta el fútbol, no se quejan ni alzan la voz a la mínima.

Insinuaciones continuas, egocentrismo absoluto y una falta de respeto hacia todo lo que no sea su persona que hacen de este personaje una figura nociva para este y para cualquier deporte. Actitudes intolerables de una persona que debería tener suficiente con sus dotes como técnico -que son muchas-, pero a las que tiene que recurrir cuando se ve y se sabe claramente superado por otros.

No se puede consentir que cada vez que el equipo de este señor no consigue salir del campo con la victoria en el bolsillo, aluda a todo tipo factores externos, normalmente centrados en la figura del colegiado de dicho partido. Si gana, no hay problema por supuesto.

Pero en esa misma línea, es aún más grave que infravalore e intente tirar por tierra el mérito de todo rival que consigue plantarle cara. Y ya no hablo del Barça, con quien parece tener una fijación especial -creo que debido a un complejo claro y justificado de inferioridad-, sino también de sus últimos rivales que han conseguido salir del campo sin la derrota. Tras el partido del Málaga puso como excusa un par de penaltis que no le pitaron a su equipo. Tras el del Villarreal, y viendo como llegó el empate de la misma manera que la semana anterior, simplemente se limitaron él y sus secuaces a decir que había sido un robo. Pues sí, lo fue. Y es que el Villarreal debería haberse quejado de los dos penaltis de Arbeloa, por ejemplo, un pequeño detalle que olvidó pronunciar Mourinho.

Pero esa memoria selectiva es la característica principal de un José Mourinho que tiende a recordar lo que le interesa y olvidar lo que no en cuestión de minutos. En Villarreal vio el robo sin citar dichos penaltis. Y olvida también dos de las victorias más polémicas de los madridistas esta campaña, contra Valencia y Betis, cuando estaban contra las cuerdas y una decisión arbitral les regaló literalmente unos puntos que no merecían. Y digo todo esto porque me parece lamentable esta actitud de perdedores y de víctima, de un equipo que ni históricamente ni en la actualidad, puede quejarse de los arbitrajes. Quejas de un equipo que hasta hace cuatro días llevaba 10 puntos de ventaja sobre su perseguidor en la liga. Ventaja suficiente para derrotar por fin a su archirival -y ojo, que creo que será merecidamente- Pero, ¿que pretendía? ¿Acabar la liga con 38 victorias? Si ellos se quejan, que deberían hacer equipos como Osasuna, Valladolid, Elche, Racing de Santander o Sporting de Gijón?!

Por favor Sr. José, cuando usted no gane alguno de sus partidos, mírese al ombligo. Igual consigue muchas más cosas a nivel deportivo, y a nivel personal.

2 comentarios:

  1. Eché de menos este tipo de artículos cuando José Mourinho entrenaba al Oporto, Chelsea o Inter, porque hacía exactamente lo mismo en las ruedas de prensa. No sé a que viene este tipo de indignación, justo ahora que entrena al Real Madrid ¿Pur qué ahora y no antes?. Es algo que me pregunto siempre... y ojo, que no te quito parte de razón en lo que expones.

    También decir, que echo en falta otro arículo (o citar en éste mismo), algo de parcialidad, que se analice sus resultados deportivos (es decir, que hables de fútbol), conseguidos bajo esta estretegia que denuncias. Porque recordemos, hablamos de José Mourinho, el mejor entrenador del mundo, y muy posiblemente, será el mejor de la historia, porque a tenor del tu último párrafo, parece que estamos hablando -con todos mis respetos- de un Gregorio Manzano de la vida.

    ¿La siguiente entrega sobre quién irá, Tomás? ¿Brian Clough? Oh wait... ése no llegó a entrenar al Madrid.

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    1. Pues precisamente hablo ahora de esto por dos motivos: El primero es que cuando estuvo en Portugal, Inglaterra e Italia pese a que sigo esas ligas, me era imposible estar al día de todas las ruedas de prensa y contextos que rodean a cada uno de los partidos. Puedo imaginar que sea así, pero no escribiré jamás sobre algo de lo que no soy conocedor casi al 100%. Aquí en España, por suerte o por desgracia tengo que estar enterado de todo esto porque sale cada día en todas partes. Como llevo tres años observando el tema, se la burbuja que crea en torno a ciertos partidos suyos o de sus rivales, menospreciando el trabajo de otros en muchas ocasiones y por eso lo escribo.

      En segundo lugar, creo que Mourinho ha incrementado esa radicalidad. Cuando gana calla y todo está bien. Cuando no lo hace entonces habla. Me parece cuanto menos oportunista. Pero esto es una opinión personal ya te digo.

      En relación a lo que comentas sobre citar resultados deportivos, no lo hago porque no es un artículo donde quiera hablar de resultados deportivos. De hecho es lo que me parece más lamentable, y creo que lo escribo, que con el talento que tiene no creo que muchas de esas actitudes sean necesarias. Podría ganar muchas cosas sin esa actitud también. Sin entrar en análisis concretos de sus temporadas en España y el resto de equipos, comento eso, que creo que es suficiente para entender lo que quiero decir. No necesita de esas maniobras cuestionables que tan a menudo usa para ganar títulos.

      Y finalmente, respecto a lo de mejor entrenador del mundo difiero, pero sigue siendo cuestión de opiniones. Para mi un entrenador debe juntar varias característas concretas y a él le faltan varias de ellas.

      No viví en la etapa de Brian Clough con lo cual, y remitiéndome a lo anterior, prefiero no hablar de temas que no conozco. Y es que a Brian solo lo conozco por una muy buena película y por cositas que he buscado.

      Gracias por tu comentario, se agradecen opiniones diferentes siempre.

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