Homenaje al Basilea y a los indignos

Noche memorable, histórica, la que se vivió este miércoles en St. Jakob Park, en una noche de Champions League que se recordará durante mucho tiempo. Y es que el Basilea, representante de una liga menor como la Axpo Super League suiza, estaba en los octavos de final de la competición tras eliminar a todo un Manchester United, que tras el Barcelona, es el equipo con resultados más destacables en la máxima competición europea en los últimos años.

Y ahora llegaba el Bayern de Munich, un gigante que además de todo, contaba con el motivador factor de ser quien albergará la final del torneo. Llegaba además con casi todas sus estrellas -solo faltaba Schweinsteiger- y con el cartel de favorito muy por encima de los locales.

Pero la noche dio un giro inesperado que me emocionó. Que me mantuvo pegado a la pantalla sin tan siquiera poder cenar. Que me ilusiona absolutamente con la posibilidad de ver al Basilea en los cuartos de final de la Champions. Algunos "iluminados" que calificaron de indignos a equipos como APOEL, Basilea, BATE Borisov o Dinamo Zagreb, tienen que ver ahora como es uno de esos indignos el que nos brindó la mayor sorpresa europea de los últimos años enviando a la Europa League al todopoderoso Manchester United. Y ahora puede ser el que elimine al gigante bávaro. Y no olvido al APOEL, que dejó fuera a Shakhtar y Oporto.

El partido fue frenético, lleno de ritmo y ocasiones para dos conjuntos construidos para ser dañinos arriba, montados para hacer buen fútbol, formados para buscar la victoria sin especulaciones. Y eso fue lo que hicieron desde el minuto uno hasta el noventa. Desde el once que presentaba Heiko Vogel se podía ver que este Basilea no se iba a achicar, no iba a renunciar a un estilo que lo ha traído hasta aquí. El ya típico 4-4-2 que implantó Torsten Fink y que se mantiene, con una alineación inicial que para los que mínimamente hayan visto a este equipo, podrían recitar de memoria.

Sommer se erigió en uno de los héroes de la noche desde los primeros minutos, sacando balones complicadísimos y dándose a conocer en un escaparate perfecto. Este portero, que brillaba en la sombra de un torneo menor como la AXPO Super League suiza, no podrá evitar ahora que sean muchos los focos que estén pendientes de sus actuaciones.

Desde la pareja de centrales que forman el joven talentoso y descarado Dragovic al más experimentado Abraham, los dos laterales, Steinhöfer y Park. El alemán profundo y dañino por su banda en muchas ocasiones, y el surcoreano controlando a la perfección su flanco, siendo sin lugar a dudas otro de los destacados, mostrándose extraordinariamente inspirado a la hora de no perder la bola.

Mención especial para un Granit Xhaka descarado y sencillamente espectacular. Este chico tiene algo muy especial y eso le llevará lejos. Anoche repartía juego desde prácticamente el borde del área. Siempre con criterio y con una tranquilidad impropia de su edad y del escenario en el que se encontraba actuando. Metió varios pases de un merito y una visión dignos del mejor distribuidor del mundo, y eso para un chico que era extremo cuando ganó el Mundial sub17 con Suiza, le da aún más valor si cabe. Cierto es que perdió alguna bola en zona comprometida, pero su posición entraña ese riesgo, y con el paso del tiempo estoy seguro de que minimizará esos errores. A su lado un Huggel siempre atento y bien posicionado, que es imposible que no guste.

Xerdan Shaqiri ya es conocido por todos y ayer, que se enfrentaba a sus futuros compañeros, no defraudó. Junto a Fabian Frei, forman un duo excelente, y eso que ayer el ex de St. Gallen no brilló tanto. Su sustituto, Valentin Stocker, llama de nuevo a la puerta de la titularidad partido tras partido y tras superar una larga lesión, ya ha marcado varios goles decisivos. Su combinación con otro de los que salieron en el segundo tiempo, Zoua, es la que acaba en el gol decisivo.

Y arriba la pareja Alex Frei y Marco Streller, la más goleadora con diferencia en Suiza y que ahora también pretende asustar a los gigantes del continente. El veterano Alex es todo un seguro de gol y sus movimientos denotan calidad y claridad. Marco sin embargo, es todo un espectaculo bajando balones y jugando de espaldas. Fueron muy discutidos por su inicio en la liga, muy acrente de gol y que el equipo acusó y pagó con un comienzo en la zona medio-baja de la tabla. Pero callaron todo tipo de comentarios empezando a marcar goles y volviendo a lo que son.

Pero anoche, todos brillaron juntos. Ni más ni menos, porque lo que de verdad brilló fue un conjunto que lleva años trabajando con un método, confiando en la cantera y en un estilo que nadie pensó que pudieran dar resultados solo por ser de un país con menor tradición futbolística y recursos que otros. Anoche nos emocionaron e hicieron vibrar. Anoche nos encandilaron con su descaro y su frescura. Anoche pusieron en jaque a una Champions que podría ver en los cuartos de final a equipos emergentes o resurgentes, muy poco habituales en los últimos tiempos como APOEL, Olympique Marsella, Nápoles, Benfica o el mismo conjunto suizo. Anoche, demostraron que el resultado ha llegado y lo mostraron al mundo, en el sitio adecuado y en el momento adecuado. Grande Basel!