El Lyon sigue sin arrancar. Este fin de semana tenía un choque crucial ante el Girondins. Se veían las caras dos de los mejores equipos de Francia en los últimos años, pero que a día de hoy andan muy necesitados de puntos y con las alarmas a punto de sonar en ambos conjuntos. El Lyon posee probablemente la mejor plantilla de los últimos tiempos, con jugadores consagrados a nivel nacional e incluso a nivel internacional. Está claro que necesitan un período de adaptación para coger automatismos y conocerse como grupo, pero ese período empieza a ser demasiado largo y empieza a desesperar a los más pacientes.
Los de Claude Puel se presentaban con un once plagado de grandes nombres: Lloris, Diakaté, Revelliere, Cissokho, Toulalan, Bastos, Makoun, Gourcuff, Briand y Lisandro López entre los más destacados. Y con jugadores de la calidad de Pjanic, Gomis y Gonalons preparados en el banquillo por si eran necesarios refuerzos.
Su rival, venido a menos tras las importantes bajas en este mercado veraniego de Blanc, Gourcuff, Chamak o Cavenaghi por citar a los más destacados, aparecía con un once donde estaba el incansable Tremoulinas, Diarra, Jussie, Wendel o Plasil como jugadores más destacados.
El partido tuvo menor intensidad de la que se preveía. El Lyon parece no encontrar el buen sendero y está hundido en la tabla. Ni tan siquiera sirven las individualidades para sacar adelante partido. Y lo del domingo fue otra demostración de impotencia. El Girondins, que tampoco ha empezado la temporada como para tirar cohetes, se adelantó con un gol de Diarra y finalmente sentenció en el descuento con otro tanto de Jussié. Un tanto que a mi me sigue sorprendiendo. Le llega la pelota en el medio campo debido a una salida de Lloris, con lo que de repente Jussié se ve con un balón muerto en el centro del campo y la portería vacía, pero decide ir esquivando a todos sus rivales, dar tiempo a llegar a su marco a Lloris y entonces si, anotar el gol. Aún me sorprende como tuvo la sangre fría de no chutar en una posición que parecía tan ventajosa, pero a la vez tan lejana. Golazo de Jussié.
El Lyon queda atrapado en la zona baja de la clasificación, con un proyecto que no tiene buena pinta. Un proyecto que tenía que ser a largo plazo, pero que está agotando su crédito. Puel y su Lyon deben reaccionar ya o las consecuencias acabarán llegando.
Lyon, que tantos años ha dominado la Ligue 1, parece ahora no poder luchar con rivales de un potencial infinitamente inferior y de unos recursos que ni por asomo se asemejan a los del conjunto de Aulas. Pero si no empiezan a racionalizar esos recursos el castigo puede ser mayúsculo. Tienen tiempo para reaccionar y todos esperamos que lo hagan, su once inicial es muy superior a cualquier otro en la liga francesa, han armado un conjunto fantástico, y los puestos de Champions debe ser lo mínimo que se les pida y más aún teniendo en cuenta que este año no participan en la máxima competición continental. Personalmente sigo apostando por ellos para ser campeones, pero me empiezan a salir las dudas. Espero que a ellos no les pase lo mismo.
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