jueves, 6 de junio de 2013

La SuperLiga Suiza 2012-2013 baja el telón

Se cierra el telón, se apagan los focos y llega el momento de los movimientos de cara a la próxima obra, la temporada 2013-2014 ya asoma en el horizonte tras cerrar un curso en el que hay sombras y luces, en el que algunos han sacado buena nota, otros han aprobado justito y no faltan los que han suspendido. Momento para sacar conclusiones y ver cual ha sido el balance de cada uno en la temporada.

El Basilea, con la plantilla más potente del país se ha vuelto a alzar con el título y ya van 4 consecutivos, aunque sufriendo más que otros años como consecuencia del desgaste provocado por la Europa League y por el buen nivel mostrado por un Grasshopper que le ha peleado el título hasta la última jornada. Un cambio de entrenador a mitad de curso -salió Heiko Vogel y llegó Murat Yakin- que supuso un cambio táctico como consecuencia también de la lesión y posterior retirada de Alex Frei (se pasó de un 4-4-2 a un sistema con un solo punta) y un giro del rumbo del equipo para alcanzar cifras excelentes en la segunda parte del campeonato y hacerse así con el título.


La seguridad de Sommer, demostrando que salvo algunos momentos de desconexión aún por pulir, está para retos mayores o la aparición de Schär en el centro de la zaga a partir de febrero convirtiéndose en el complemento perfecto para Dragovic, que se ha visto liberado en cierta medida de la responsabilidad de sacar el balón, han sido dos de las claves, así como una nueva temporada cerrada con nota altísima de Stocker (máximo asistente de la liga con 15 pases de gol) en la banda izquierda, su banda izquierda. Mención a parte merece el egipcio Mohamed Salah, que ha causado sensación en Europa pero sus actuaciones en Suiza aún han sido muy irregulares, aunque su capacidad para el desborde y su velocidad mostradas en algunos partidos hacen pensar en él como un jugador de enorme potencial. Los complementos para un once de lujo como Fabian Frei, Elneny, Marcelo Díaz o un Streller que sigue siendo referencia ofensiva han acabado de confirmar al cuadro rotblue como justo campeón y dominador a nivel doméstico.

Acabado el homenaje el ganador del título en Suiza, empezamos con el resto y aquí, el mejor del resto -con diferencia- ha sido el histórico Grasshopper, que le ha peleado el título al poderoso cuadro de Yakin hasta la última jornada y ganó el título de Copa al propio Basilea en la final. Gran parte de culpa la ha tenido un Uli Forte que tras salvar al equipo del descenso el pasado curso, ha creado un equipo extremadamente competitivo sobre la base de un 4-2-3-1 o 4-1-4-1 (según necesidades). La solidez defensiva y las transiciones rápidas con un juego por bandas desbordante y de vértigo han sido sus armas principales. La falta de un goleador claro y con cifras altas ha sido posiblemente lo que les haya privado de alcanzar al Basilea. Bürki se ha confirmado como un portero de gran proyección y la defensa formada por Lang-Vilotic-Grichting-Pavlovic ha rendido a un nivel excelente. Con esa solvencia en áre propia, era a partir de ahí donde nacía la calidad en la jugada. Empezando por el medio centro Salatic, destructor de nivel y constructor notabilísimo para dar comienzo a la jugada ofensiva. Hajrovic en la derecha, Zuber en la izquierda y Gashi en el carril central han dado vértigo y aceleración a las jugadas. Ben Khalifa y Ngakumol han sido los delanteros, que se han limitado a cumplir.

El tercero en discordia, y que ha peleado por estar en Champions hasta el final, ha sido el recién ascendido St. Gallen. Temporada de matrícula para los de Saibene, que además nos han dejado algunas de las individualidades más a tener en cuenta. De nuevo un buen portero como Lopar y una zaga ordenada donde solo las subidas de Modou por el carril izquierdo dejaban a veces huecos libres. El germano Janjatovic en el doble pivote nos ha dejado actuaciones soberbias, donde la potencia, su buena técnica y un disparo formidable han salido a relucir. Mathys en la derecha se ha convertido en internacional y el socio perfecto de un Scarione que ha acabado como máximo goleador del campeonato. La lesión de ligamentos de su hombre gol Cavusevic cuando pasaba por su mejor momento, pasó factura. Pese a eso, balance más que positivo que los mete en Europa League.

Cuarto ha sido un Zürich que ha sido el mejor equipo de la segunda vuelta. Iban como un tiro apoyados en su trío goleador, el formado por Chermiti, Gavranovic y Drmic, que les ha llevado a ser el conjunto más goleador de toda la liga. El momento clave fue la llegada de Meier al banquillo. Le costó dar con la tecla para combinar a estos tres jugadores y varió de un 4-4-2 a un 4-2-3-1 que ha resultado ser clave, con Chermiti en punta,. Gavranovic por detrás y un Drmic comodísimo en la banda izquierda, con Schönbächler y su formidable golpeo de balón para completar en la derecha. También ha tenido mucho que ver la pareja de mediocentros que han formado Kukuruzovic y Gajic (ya firmado por el Young Boys) que ha contribuido muy activamente a la mejoría defensiva de un equipo que hacía aguas en la primera vuelta. Djimsiti ha madurado como central y Phillipe Koch ya está en cartera de equipos de ligas mayores, aunque no me olvidaría nunca de uno de los porteros más infravalorados de la liga, da Costa, que con intervenciones memorables ha vuelto a ser clave una temporada más bajo palos.


Sorprende el quinto puesto final de un Thun que sufrió muchísimo hasta febrero y aceleró a partir de marzo para incluso pelear por entrar en la Europa League. Y todo eso pese a la salida en invierno de su mejor jugador: Anatole Ngakumol. Se quedó corto pero nos dejó a un Schneuwly solvente y efectivo en ataque y un Hediger rayando a gran nivel en el doble pivote cuando lo hizo con Demiri o como único mediocentro defensivo cuando tuvo que hacerlo solo. Su fragilidad defensiva acabó pasando factura y restó muchos puntos. Destacar las enormes bandas que poseen, una potentísima banda izquierda con el polivalente Wittwer actuando como extremo y el profundo e insistente Schirinzi como lateral (o a la inversa en algunas ocasiones), o el buen lateral diestro Lüthi.

Lo que no sorprende ha sido el hundimiento, una vez más de un Sion que mientras siga Constantin al mando será difícil que el equipo aspire a retos serios. Sexto puesto y un nuevo ejemplo de como llevar una gestión pésima, con hasta 5 cambios de entrenador durante la temporada y con el descenso de 8 jugadores al filial por mal rendimiento para dar cabida a 8 jóvenes en el primer equipo. Y eso que el equipo empezó como se esperaba, con Fournier de entrenador y siendo líderes gracias a un gran Gattuso en el pivote defensivo, un sorprendente Léo Itaperuna, acertado de cara a gol y un Darragi que mostraba sus mejores galas. Pero los cambios de entrenador y el clima de inestabilidad llevaron al equipo al fracaso total tras el parón invernal. Ni la llegada de N’Djeng, Regazzoni o Gelson Fernándes solucionaron los problemas de un equipo que sumó tan solo 4 victorias en las últimas 18 jornadas y fue incapaz de encontrarse a si mismo, con un agujero monumental en defensa donde ni los buenos de Vanczák, Dingsdag o Vanins rindieron acorde a lo esperado. Al final, fuera incluso de Europa y con los aficionados pidiendo la marcha de Constantin airadamante. Lo único positivo fueron los minutos de que dispusieron jugadores que en condiciones normales no hubiesen debutado como, Gaëtan Karlen (19 años e internacional en las inferiores helvéticas), Edimilson Fernandes (17 años) o Max Veloso.



Otra de las enormes decepciones ha sido el Young Boys, séptimo puesto final y con la irregularidad y la fragilidad defensiva como señas de identidad. Ni Martin Rueda primero, ni Challandes después han conseguido formar un equipo competitivo en Berna. Defensivamente ha habido un agujero monumental y continuos desajustes que han propiciado demasiados goles en contra. En la medular tampoco ha habido demasiado que celebrar, ni tan siquiera Farnerud ha sido el del año pasado y ha tenido algunas actuaciones más que discretas. Ni la grave lesión de Gonzalo Zárate sirve como excusa pese a estar llamado a ser uno de los puntales del equipo. El mejor del equipo ha sido un Raphael Nuzzolo que ha mostrado calidad, pelea, desborde y gol desde el extremo izquierdo. Las llegadas en el mercado invernal no arreglaron nada y solo el delantero ghanés Samuel Afum (5 goles) ha demostrado ser un jugador aprovechable en ese idilio que mantiene la secretaría técnica de Berna en su búsqueda de delanteros en continente africano (en los últimos años han salido del Stade de Suisse Bienvenu, Doumbia o Mayuka). Afum ha demostrado versatilidad y gol, capaz de jugar en punta o cayendo a banda derecha para trazar diagonales que han llevado mucho peligro. El último punto positivo para este equipo son los minutos de los canteranos Frey, con mucha importancia durante el año o en menor medida Marco Bürki, Sessolo, Bertone o Tabakovic. Pero sin duda la mejor noticia para este equipo llegó con el fin de la temporada y el anuncio de que Uli Forte, posiblemente el mejor entrenador del año en Suiza será su nuevo técnico de cara a la 2013-2014.

Otra gran decepción ha sido la de un Lucerna que encaraba el curso como subcampeón de Liga y Copa y solo ha podido ser octavo por delante de los dos equipo más flojos -con diferencia- de la competición. Uno de sus artífices activos del éxito pasado, Murat Yakin duró pocas semanas en el banquillo como consecuencia de los malos resultados y la poca paciencia de los directivos. Cuatro entrenadores durante el año (Komornicki, Seoane y Bernegger) y un buen puñado de incongruencias e indecisiones que han convertido a este equipo de un año para el otro de ser uno de los conjuntos más sólidos de la competición a ser un equipo ganable por cualquiera. El mal rendimiento del que tenía que ser hombre gol, Rangelov y la floja temporada de hombres clave como Lustenberger, Sarr o Hochstrasser han sido lo peor de este equipo, que ha acabado acusándolo mucho. La llegada de Kasami no fue productiva pese a su cartel, y el curso de más a menos de otros jugadores importantes como Wiss o Muntwiler también han hecho mella a un equipo que tuvo sus mejores momentos coincidiendo con la racha de Andrist tras su llegada en invierno, autor de seis goles, y siempre apoyados en el polivalente Winter. Al albano Hyka ya ni siquiera se le espera. Pese a los malos resultados la base no es mala y solo deben pulir algunas piezas para volver a pelear por entrar en Europa. Desde luego, la pelea por eludir el descenso no es su sitio mientras sigan con esta base.

Sin embargo no se puede hablar de decepción si hablamos del Lausanne. Ha acabado noveno y evitando el descenso en la penúltima jornada, pero su temporada ha sido notable, acabando cerca de puestos europeos tras las dos primeras vueltas. El bajón era previsible en el tramo final -3 victorias desde diciembre- con una de las dos plantillas más débiles del campeonato, corta y escasa de calidad, ha acabado eludiando un descenso para el que muchos lo veían como uno de los más claros candidatos. Su banda derecha ha sido su mejor arma, con el marroquí Chakhsi en el lateral, bregador y constante en sus subidas-bajadas, y con Malonga dando un paso al frente esta temporada, que con 8 goles ha acabado como máximo anotador del equipo. Extraña la confianza algo escasa en el delantero Roux, jugador con gol y que prácticamente siempre ha respondido. La decepción hasido Yannis Tafer, promesa gala que ha demostrado estar lejos de lo que hace no muchos años se esperaba de él. Objetivo cumplido y ahora le tocará preparar el año próximo para volver a pelear por la salvación.

El último clasificado y por tanto descendido a la Challenge League ha sido el mítico Servette. Un comienzo desastroso de temporada con tan solo 3 puntos de 39 posibles en las 13 primeras jornadas ha acabado siendo una losa demasiado pesada y que ha costado el descenso al equipo de Ginebra. La llegada de Sebastian Fournier dio cierta mejoría al equipo y con el 4-1-4-1 como base acabó acercándose a la salvación, que finalmente no pudo consumar y confirmó su descenso en la penúltima jornada en un duelo directo frente al Lausanne. La debilidad defensiva (equipo más goleado con 62 tantos encajados) y las dificultades para hacer gol se traducen en la lógica dificultad para sacar partidos adelante. El famoso dominio de las áreas no era precisamente la mejor virtud de este equipo, que sin embargo nos deja algunos jugadores interesantes en el medio campo. Treand por la izquierda ha sido constante y mostrado buenos detalles técnicos, Pasche por el carril central ha sido otro de los destacados aunque le ha faltado finalizar jugadas y la llegada de Vitkieviez para el costado derecho dio un empujón al equipo gracias a su desborde. Quitando eso, poco más. Karanovic ha tenido una falta de gol preocupante, y solo ha aparecido en momentos puntuales, demasiado poco para el que debía ser la referencia ofensiva del equipo. En definitiva: carencias evidentes en ambas áreas y descenso merecido.

FC Aarau asciende a la SuperLiga

Superioridad enorme para ganar la Challenge League y volver a la SuperLiga, mostrada semana tras semana como indican sus números, 70 goles para ser el conjunto más anotador, 40 tantos encajados para ser el segundo equipo menos goleado y una diferencia de +36, para un total de 78 puntos, 14 por encima del segundo clasificado, un Bellinzona que ha sido el único que le ha plantado cara en ciertos tramos de la competición.

Superioridad clara la mostrada por el conjunto dirigido por el técnico emergente René Weiler, que ha sacado lo mejor de jugadores como Davide Callà, que gracias a su versatilidad y su llegada ha conseguido cifras fenomenales llegando a los 19 goles (a uno del máximo goleador Sadiku) y 12 asistencias, para ser posiblemente el mejor jugador del año en la segunda categoría suiza.


Han destacado también el lateral diestro Silvan Widmer (8 goles y 6 asistencias) que ha convertido sus subidas en una rutina, llenas de vértigo y potencia, aunque quizás lo que más destaque de él es su fenomenal juego aéreo. El extremo Sven Lüscher ha sumado con frecuencia asistencias para sus compañeros y se ha movido por ambas bandas con igual acierto, como demuestran sus 11 goles y 12 pases de gol.

Finalmente, la batuta la llevaba en el medio campo el rumano Artur Ionita, con calidad y llegada desde la segunda línea. Y no podemos olvidarnos de algunos secundarios que han estado a buen nivel como el lateral/extremo polivalente Foschini o el extremo de origen estadounidense Remo Staubli.

Para el próximo curso ya han confirmado la incorporación del vinotinto Alexander González (Young Boys) anticipándose a la más que probable salida de Widmer (cedido por Udinese) y cubrir así unas de las vacantes con mayor exigencia.

1 comentario:

  1. Buenas,

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