viernes, 24 de mayo de 2013

Un vistazo al Grasshopper 2012-2013


Ha tenido que pasar una década entera para que el club más laureado de Suiza vuelva a levantar un título. Ha sido una travesía larga que acabó el pasado lunes en Berna, en el Stade de Suïsse y frente al mejor rival posible, un Basilea que llegaba como claro favorito tras su dominio en le SuperLiga y su exitoso camino en la Europa League. El histórico Grasshopper se adjudicó así su 19º título que lo confirma como rey de Copas. 


Uli Forte ha sido clave en el banquillo del nuevo Grasshopper

Ha sido clave el trabajo de Uli Forte en el banquillo. El joven técnico de origen italiano ha consolidado un sistema y unas ideas que han cuajado de manera sobresaliente en la plantilla: solidez y equilibrio en defensa y salida rápida mediante sus jugadores ofensivos, con ambas bandas como principal arma de ataque al rival. Con esos conceptos como base, el club de Zürich realizó una primera parte de campeonato memorable. Tras el parón invernal (que en Suzia dura unos dos meses) el equipo acusó la presión de ir líder y se vio superado por un Basilea que con una plantilla muy superior, activó la velocidad crucero para acercarse al título. A falta de tres jornadas, aprovechamos el título de Copa y el encuentro del domingo que les enfrentará al Basilea y que podría dejar sentenciado el título de Liga, para acercarnos a este Grasshopper.

Forte es sin duda una de las claves. Tras su primera experiencia en los banquillos, hace algo más de una década en el Red Star Zürich, pasó por el FC Wil 1900 y el FC St. Gallen con números notables para llegar hace más de un año al Grasshopper, donde se ha consolidado como un técnico con enorme potencial y futuro. Una cifra que habla por si sola son los 1,74 puntos por partido que ha logrado desde que llegó y que contrastan para bien con los 1,31 (por poner un ejemplo reciente) de su antecesor en el cargo, Ciriaco Sforza. Tiene contrato hasta el mes de junio.

Tiene las ideas claras y prima la estabilidad, sin variaciones bruscas en el sistema, con el 4-2-3-1 como base que se convierte en 4-1-4-1 cuando pretende ser más agresivo. Así ha conseguido forjar un conjunto sólido y con automatismos. Ha conseguido convertir al Grasshopper de uno de los candidatos al descenso a un equipo capaz de llegar peleando por el título de liga en las últimas semanas de competición.

Seguridad en área propia, con la pareja de centrales que forman Vilotic y Grichting, el primero contundente y con buen juego aéreo y el segundo experto y siempre bien posicionado. Salatic -trabajador y talentoso a partes iguales- por delante de ellos en el pivote defensivo, acompañado normalmente por Abrashi cuando el sistema es un 4-2-3-1 o con el primero solo cuando se posicionan en 4-1-4-1 que provoca que el segundo adelante suposición a la línea de cuatro. Aunque todo empieza con el buen hacer de su portero, el internacional sub21 y aún propiedad del Young Boys, Roman Bürki, uno de los guardametas con mayor futuro del país y que ofrece una seguridad que muchos equipos de la Superliga quisieran tener.

A partir de ahí empieza el vértigo, con la revelación del campeonato Izet Hajrovic en la derecha y con el consolidado Steven Zuber en el costado izquierdo. El primero, de origen bosnio y con su hermano jugando en la Academia del Arsenal, es rápido, desequilibrante y con un disparo de media distancia excelente. El segundo, amante de las diagonales y con un golpeo de balón exquisito, tiene una colección de novias que harán casi imposible su continuidad la temporada que viene. Por el carril central está Gashi, llegado este curso tras una temporada soberbia en Challenge League y consolidado en los esquemas gracias a su buen nivel en la conducción y su llegada desde la segunda línea. En punta se sitúa el galo Anatole Ngakumol, llegado en el mercado de invierno del Thun, con buen físico y olfato para el gol, con la variante de un Ben Khalifa que hizo un primer tramo de temporada excelente, sumando goles y asistencias, pero lo más importante apareciendo y participando activamente en la mayoría de jugadas ofensivas del equipo.



Como actores secundarios, Toko en la medular como variante a Abrashi, el polivalente Taulant Xhaka, el joven Moritz Bauer que ha empezado a hacerse un hueco en el lateral zurdo de la defensa o el venezolano Frank Feltscher para una de las bandas del ataque, cumplen su cometido cuando se les requiere.

El próximo domingo el Letzigrund vivirá un duelo que pocos pensaban que pudiese dar vida a la Superliga a falta de tres fechas para su conclusión. El Grasshopper llega fuerte. Aunque el Basilea es mucho Basilea.

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