lunes, 23 de enero de 2012

Bienvenidos a África


África llama a la puerta, reclama los focos de nuevo del panorama futbolístico mundial con una nueva edición de la Copa Africana de Naciones que se presenta apasionante. Un escaparate para muchos. Una oportunidad para ser vistos por los continentes más poderosos y ser durante unas semanas el centro de atención. Un filón extraordinario para un incontable número de equipos europeos que seguro se nutrirán de muchos de los protagonistas de este torneo que aún no hayan salido del continente más pobre. Para los neutrales, una oportunidad para disfrutar del siempre enigmático e inaccesible fútbol africano, una ocasión para descubrir jugadores y selecciones a las que no habremos visto prácticamente nunca, la posibilidad de disfrutar con un fútbol más alegre y menos especulativo que se impone en el viejo continente.

Selecciones como Guinea Ecuatorial, Botswana o la sorprendente Níger debutan en la presente edición de 2012 con la ilusión de quien se estrena. Y aunque su destino es el mismo, las trayectorias y caminos seguidos difieren bastante. Mientras que Guinea Ecuatorial llega como una de las anfitrionas y con el apoyo de toda una nación que se ha volcado con la Nzalang nacional, las zebras de Botswana y la mena de Níger han tenido que pasar por una fase previa que es una criba inexpugnable para muchos y que deja por el camino a algunos países de enorme tradición.

Otros llegan con la ilusión de ser la revelación del campeonato. Selecciones como Burkina Faso, con el mito nacional Moumouni Dagano en cabeza, Zambia, Angola o Mali, pelearán por meterse en las fases finales y luchar con los grandes del continente para demostrar que el fútbol también evoluciona en sus países y que pueden plantar cara a los gigantes.

Pero la atención parece que la acaparan el cuarteto que copa la primera línea de salida -utilizando el término motero- y de donde parece saldrá el próximo rey africano. Costa de Marfil con sus jugadores contrastados como Drogba, Yayá Touré o Gervinho es la que sale en la primera posición y quien parece tener la presión. Se sienten en la obligación de firmar una gran actuación con la presente generación de futbolistas y esta parece ser su mejor oportunidad. Ghana con su rigor táctico y tras igualar la mejor actuación africana en un Mundial, que nos marcó a todos tras aquel fallo de Asamoah Gyan en un penalti que los hubiese llevado a semifinales. Marruecos con sus estrellas emergentes como Taarabt, Boussoufa o Benatia y con el objetivo de consolidar un grupo que individualmente se antoja como uno de los que tienen mayor calidad. Y finalmente Senegal, con una parcela ofensiva que asusta a los más valientes. Todas ellas parecen destinadas a disputarse el torneo.

Pero nada más lejos de la realidad. De este cuarteto se caerá alguna -o algunas- antes de tiempo y durante la carrera avanzarán posiciones algunas que no entraban en los pronósticos. Una carrera que ya ha empezado y que acabará con solo uno de los 16 candidatos alzando la copa. La copa de campeón de África. La copa de un fútbol que evoluciona y que reclama su sitio a nivel de selecciones, porque a nivel individual nadie duda ya de que pueden salir estrellas que brillen durante mucho tiempo.

Es el momento de que todos miremos hacia África.

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