Eramos muchos los que esperábamos el derbi de la ciudad de Manchester. Un derbi más equilibrado que nunca e incluso con cierto favoritismo para los citizens. Dos conjuntos candidatos a la Premier que despiertan ciertas dudas en este inicio de temporada, pero que nadie tiene dudas de que su pelea es por la Premier. Son serios candidatos al título final por varias razones.
El Manchester United lo es por el peso de su historia, y por que, pese a no invertir en grandes jugadores en las últimas temporadas y ver debilitadas algunas posiciones tras la macha de algunos jugadores claves, mantienen un bloque muy competitivo en todas la líneas. Y cuando Rooney vuelva a su estado anímico y físico idóneos no hay duda de que el nivel de este United subirá un escalón más.
El Manchester City se ha ganado entrar en este elenco de candidatos a la Premier League con la fuerza de su talonario como principal argumento. Ha ejercido una política de contrataciones de jugadores de renombre para todas las posiciones del campo sin escatimar esfuerzos en lo económico y que en muchas ocasiones ha conseguido, además, debilitar a rivales de su liga. En los últimos tiempos llegaron jugadores procedentes de equipos Premier como Tévez (Manchester Utd.), Kolo Touré y Adebayor (Arsenal), Lescott (Everton), James Milner y Gareth Barry (Aston Villa). Y además jugadores de indiscutible calidad de otras ligas, como Yaya Touré, Kolarov, Boateng, De Jong, David Silva y el más reciente Mario Ballotelli.
Pero voy a centrarme en el partido de ayer, que medía el potencial de dos conjuntos con estados de forma similares, que llegaban a este derbi of Manchester con tan solo tres puntos de diferencia en la clasificación y en un choque que siempre exige lo máximo de todos sus jugadores. Además la repercusión mediática que estaba teniendo este derbi era máxima.
Con todos estos preámbulos salieron las alineaciones y muchos nos sentimos decepcionados. El City, ya casi como una costumbre sigue sin Adam Johnson. Bueno, lo entendemos y lo esperábamos. Si no ha entrado en el once titular en toda la temporada, ¿por qué Mancini iba a meterlo hoy?
Pero el equipo de Ferguson también me decepciona. Sale con un medio campo formado por Scholes, Carrick y Fletcher acompañado por Park Ji-Sung. Defensivo. Muy defensivo. Chicharito Hernández se queda en el banquillo para que Berbatov asuma toda la responsabilidad goleadora junto a Nani, ya recuperado.
En fin, solo nos quedaba sentarnos y ver que nos deparaba el choque.
Al partido, en general, le faltó intensidad, posiblemente por la tensión que se apreciaba en ambos conjuntos. Había más miedo a la derrota que ansias de victoria, y eso condicionó enormemente el encuentro. Ninguno quiso asumir ningún riesgo en la parte de atrás y vimos un partido con contadas ocasiones entre ambos conjuntos. Un chute de falta de Tévez que sacó providencialmente Van der Sar con una gran estirada y alguna jugada entre Nani y Berbatov pero sin demasiada exigencia para Hart. Solo algún pequeño enfrentamiento entre Rafael y Tévez parecía darnos la sensación de estar en un derbi. En fin, poco más que contar de un partido que por momentos me llegó a aburrir y pude aprovechar para desviar la mirada hacia un Thiago Alcántara que desprendía constantes destellos de calidad en el partido de Copa del Barça.
Para acabar el derbi se dio otro de los momentos destacados. La entrada de Emmanuel Adebayor en el minuto 93 sustituyendo a Tévez. Personalmente no la acabo de entender. Un cambio inoportuno para, supuestamente, perder tiempo, y que deja una sensación de inseguridad, de debilidad, inapropiado en un conjunto de ese tamaño en su propio estadio y en un partido en el que no iba ganado.
En fin... Al final empate a cero, empate a nada para dos conjuntos que son candidatos al título de la Premier y de los que esperábamos que como mínimo nos brindasen un espectáculo de intensidad y frenetismo al nivel de los mejores derbis. Nos tuvimos que conformar con bastante menos.
El Manchester United lo es por el peso de su historia, y por que, pese a no invertir en grandes jugadores en las últimas temporadas y ver debilitadas algunas posiciones tras la macha de algunos jugadores claves, mantienen un bloque muy competitivo en todas la líneas. Y cuando Rooney vuelva a su estado anímico y físico idóneos no hay duda de que el nivel de este United subirá un escalón más.
El Manchester City se ha ganado entrar en este elenco de candidatos a la Premier League con la fuerza de su talonario como principal argumento. Ha ejercido una política de contrataciones de jugadores de renombre para todas las posiciones del campo sin escatimar esfuerzos en lo económico y que en muchas ocasiones ha conseguido, además, debilitar a rivales de su liga. En los últimos tiempos llegaron jugadores procedentes de equipos Premier como Tévez (Manchester Utd.), Kolo Touré y Adebayor (Arsenal), Lescott (Everton), James Milner y Gareth Barry (Aston Villa). Y además jugadores de indiscutible calidad de otras ligas, como Yaya Touré, Kolarov, Boateng, De Jong, David Silva y el más reciente Mario Ballotelli.
Pero voy a centrarme en el partido de ayer, que medía el potencial de dos conjuntos con estados de forma similares, que llegaban a este derbi of Manchester con tan solo tres puntos de diferencia en la clasificación y en un choque que siempre exige lo máximo de todos sus jugadores. Además la repercusión mediática que estaba teniendo este derbi era máxima.
Con todos estos preámbulos salieron las alineaciones y muchos nos sentimos decepcionados. El City, ya casi como una costumbre sigue sin Adam Johnson. Bueno, lo entendemos y lo esperábamos. Si no ha entrado en el once titular en toda la temporada, ¿por qué Mancini iba a meterlo hoy?
Pero el equipo de Ferguson también me decepciona. Sale con un medio campo formado por Scholes, Carrick y Fletcher acompañado por Park Ji-Sung. Defensivo. Muy defensivo. Chicharito Hernández se queda en el banquillo para que Berbatov asuma toda la responsabilidad goleadora junto a Nani, ya recuperado.
En fin, solo nos quedaba sentarnos y ver que nos deparaba el choque.
Al partido, en general, le faltó intensidad, posiblemente por la tensión que se apreciaba en ambos conjuntos. Había más miedo a la derrota que ansias de victoria, y eso condicionó enormemente el encuentro. Ninguno quiso asumir ningún riesgo en la parte de atrás y vimos un partido con contadas ocasiones entre ambos conjuntos. Un chute de falta de Tévez que sacó providencialmente Van der Sar con una gran estirada y alguna jugada entre Nani y Berbatov pero sin demasiada exigencia para Hart. Solo algún pequeño enfrentamiento entre Rafael y Tévez parecía darnos la sensación de estar en un derbi. En fin, poco más que contar de un partido que por momentos me llegó a aburrir y pude aprovechar para desviar la mirada hacia un Thiago Alcántara que desprendía constantes destellos de calidad en el partido de Copa del Barça.Para acabar el derbi se dio otro de los momentos destacados. La entrada de Emmanuel Adebayor en el minuto 93 sustituyendo a Tévez. Personalmente no la acabo de entender. Un cambio inoportuno para, supuestamente, perder tiempo, y que deja una sensación de inseguridad, de debilidad, inapropiado en un conjunto de ese tamaño en su propio estadio y en un partido en el que no iba ganado.
En fin... Al final empate a cero, empate a nada para dos conjuntos que son candidatos al título de la Premier y de los que esperábamos que como mínimo nos brindasen un espectáculo de intensidad y frenetismo al nivel de los mejores derbis. Nos tuvimos que conformar con bastante menos.
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