viernes, 18 de mayo de 2012

Basilea: La tiranía azulgrana en Suiza.

Campeones de la Superliga Suiza, Copa Suiza y octavo finalistas en la UEFA Champions League. Esos son los logros en la temporada 2011/2012 de un Basilea que sin lugar a dudas ha firmado una de las campañas más exitosas de toda su historia y que incluso, me atrevería a decir, han conseguido prolongar su sombra y su impacto al resto del viejo continente, con equipos de gran talla que han puesto sus ojos en los jugadores más destacados del equipo azulgrana.

Todo eso se ha conseguido con un trabajo largo y minucioso, que tras varios años ha dado unos frutos más que dignos y que están compensando con creces todo ese esfuerzo. Una cantera bien organizada que produce un goteo constante de futbolistas que apuntan a la elite desde sus inicios. Un sistema establecido y unos valores que hacen reponerse a pérdidas tan importantes como pudo ser la de Torsten Fink, su líder espiritual, a mitad de temporada y que dejó a Heiko Vogel con una tarea complicada pero que me atrevería a decir que incluso ha superado en nota a la de su predecesor.

Todo ello ha conformado un equipo que reina tiránicamente en el país helvético -en los últimos ters años sumas tres ligas y dos copas- y que se ha atrevido a luchar esta temporada con algunos de los más gigantes del Europa.

Entrando en la presente temporada, el "análisis" es claro y podría definirse con solo un dato: No pierde un partido de liga desde el 20 de agosto, en la sexta jornada del campeonato. En los siguientes 26 partidos sus cifras son extremecedoras, 21 victorias y 5 empates. Regularidad y superioridad máxima en la que solo interfirió durante unas semanas su eliminatoria de Champions frente al Bayern, durante la que cedió algunos de esos empates.

Heiko Vogel recogió el testigo de Fink a la perfección y mantuvo la sólida base ya creada a la que esta temporada han sumado algunos factores que han hecho rozar la excelencia.

Han encontardo un portero de garantías. La larga sombra que dejaba Constanzo parecía que iba a ser difícil de suplir, pero llegó Sommer tras un Europeo Sub21 memorable y se ha hecho con el puesto de manera indiscutible, siendo incluso aspirante a la titularidad en la selección absoluta. Algunas de sus actuaciones, como la del partido de ida contra el Bayern Munich dejaron pasmados a muchos. En la reciente final de Copa, paró dos penaltis en la tanda final y se volvió a eregir en el héroe.

La defensa ha sido la misma prácticamente durante todo el año, con la línea de cuatro que han formado de derecha a izquierda, Steinhöfer - Dragovic - Abraham - Park. El central austríaco Dragovic ha sido uno de los descubrimientos del año y parece que durará poco en Basilea. Su compañero en el centro, Abraham lo veremos la temporada que viene en el Getafe. Ambos se complementan a la perfección, lo que no tapa uno lo tapa el otro, a lo que hay que sumar el buen trato de balón de Dragovic, al que en multitud de ocasiones iba el primer balón de la jugada. Nada que objetar al buen trabajo de un Park que ha rendido incluso por encima de lo esperado. Peleón y correoso. Su "homólogo" en la otra banda, el germano Steinhöfer, ha rendido a un nivel altísimo aunque si debiese elegir al más débil de esta parcela me quedaría con él, simplemente por su fragilidad defensiva en algunas acciones puntuales, que pudieron costar puntos a su equipo.

En la medular, el doble pivote formado por Huggel y Xhaka ha sido de lo mejor y como signo de ello parece ser que ambos se marcharán a final de temporada. Siempre bien secundados por un Yapi Yapo que cuando tuvo que jugar lo hizo a las mil maravillas. El marfileño posee una técnica notable y contundencia al corte. Si se marchan ambos, el africano deberá recoger el pesado testigo, aunque en el tramo final de temporada ya ha ido demostrando que no tiene nada que envidiar a la pareja titular.

En los costados se situaron el ya famoso Shaqiri a la derecha, del que he visto algunas de las mejores diagonales desde la derecha hacia el centro que he visto nunca. Ha sido en muchas ocasiones el líder del equipo sobre el campo. Con una potencia enorme y una técnica exquisita, ha servido infinidad de balones que han supuesto goles. A la izquierda, un Fabian Frei que llegó para suplir la larga baja de Stocker, y que ha acabado siendo otro de los grandes protagonistas del año, pese a que a final de temporada y como era previsible, Valentin le quitó el puesto merecidamente, a base de goles y de incorporaciones memorables desde la segunda línea.

Arriba, dos killers absolutamente complementarios. Alex Frei, el mito de Basilea, jugaba como algo parecido a un segundo punta y ha aprovechado a las mil maravillas las jugadas de espalda que propiciaba el corpulento, pero a la vez técnico, Marco Streller. Pese a su mal comienzo de temporada y a las críticas recibidas, sus actuaciones y sus cifras han acabado hablando por si solas.




No hay que olvidar a actores secundarios que con la más que previsible marcha de muchos de los principales de esta temporada, deberán asumir un rol de mayor protagonismo en el equipo. Zoua, Cabral, Andrist o el norcoreano Pak deberán ser y serán más importantes en la 2012/2013.

El futuro inmediato

Esos actores secundarios y otros principales que llegarán a Basilea durante el verano tendrán la difícil tarea de mantener el nivel de un conjunto que va a perder a muchos de sus protagonistas de la presente temporada. La pregunta es si el Basilea conseguirá los hitos logrados esta campaña, si conseguirá mantener un nivel que por momentos enamoró a medio continente.

Son bajas confirmadas las de Shaqiri que como todo el mundo sabe estará en el Bayern Munich la próxima temporada, Chipperfield que ha decidido poner punto y final a su carrera, el argentino Abraham que partirá hacia nuestra liga para jugar con el Getafe, Benjamin Huggel que no renovará su contrato y la más reciente de Granit Xhaka, que se marcha con destino al Borussia
Mönchengladbach.

A estas ya seguras pérdidas, se sumarán otras posibles como las de Valentin Stocker, por el que varios equipos de la Bundesliga ya preguntaron o incluso la del central austriaco Dragovic.

Si se acaban confirmando los "peores" augurios, el equipo perdería de una tacada al menos a entre cinco y seis de sus titulares indiscutibles, a los que deberá buscar sustitutos de garantías para reponerse a lo que es un duro golpe a nivel deportivo.


En el apartado de incorporaciones hay que sumar la ya segura de Mohamed Salah, un jovencísimo egipcio que llega para sustituir a Shaqiri y que precisamente en la banda destacó sobre manera en el pasado Mundial Sub20. 


A él podría sumarse la de Marcelo Díaz (Universidad de Chile) para el puesto que quedaría vacante en el doble pivote, una incorporación que mantendría el actual nivel casi sin lugar a dudas. 


Pero si se mira un posible once con las nuevas o posibles incorporaciones, y se consigue suplantar con acierto las posiciones que quedarán más dañadas con las bajas, parece que a priori el equipo puede seguir compitiendo en Suiza, pero que será más complicado que lo haga en Europa. El nivel medio baja, y es que pese al acierto en su contratación, Salah no es Shaqiri y Yapi Yapo no es Xhaka por poner dos ejemplos claros. 

Ya han empazado a moverse con acierto, pero deberá moverse mucho más y con agilidad en el mercado veraniego si quieren salir airosos del alto peaje que toca pagar por una temporada llena de éxitos cuando no eres un gigante.